
Rapa Nui, la isla habitada más remota del mundo, vio llegar a un pequeño grupo de navegantes que desarrollaron en aquel espacio reducido y aislado una de las culturas más extraordinarias y singulares del planeta.

El holandés Jacob Roggeveen descubre la Isla un Domingo de Pascua de 1722, surgiendo el nombre de Isla de Pascua. En 1888, el capitán de la Armada Policarpo Toro la incorpora a Chile. Entre 1895 y 1953 la Isla es arrendada como hacienda ovejera a una compañía escocesa.

En 1935 se declara Parque Nacional y Monumento Histórico. A mediados de los ’50 comienzan las investigaciones arqueológicas sistemáticas y la restauración de los monumentos con lo que renace la valoración y orgullo de los Rapa Nui como pueblo.
Obras de arquitectura y escultura monumental en piedra, una escritura jeroglífica sin paralelo que, junto con avanzados conocimientos de ingeniería y astronomía, nos hablan del verdadero misterio de la Isla: el surgimiento y desarrollo de una cultura compleja en condiciones de extremo aislamiento.